Abu Musab al Zarqaui (20 de octubre de 1966
– 7 de junio de 2006) fue un militante musulmán salafista, terrorista, que se
proclamó líder de Al-Qaeda en Irak, organizando diferentes acciones contra las
tropas estadounidenses desplegadas en la zona.
En septiembre de 2005, anunció en una entrevista
la declaración de “guerra total” a los chiítas en Irak.
Nacido en la ciudad de Zarqa, a 30 kilómetros al
este de Ammán (Jordania), su vida estuvo plagada de enigmas sobre su paradero y
sobre su implicación en actos terroristas. Su verdadero nombre era Ahmed
Fadel al Jalaylah y se cree que provenía de una tribu beduina llamada Beni
Hassan, asentada en un territorio de Oriente Medio que comprende varios
países.
A los 17 años dejó la escuela y se convirtió en
un gánster de la calle. De acuerdo con informes de inteligencia jordanos,
Zarqawi fue encarcelado brevemente en 1980 por posesión de drogas y agresión
sexual
Combatió en Afganistan, a las ordenes de Ben Laden, y tras la ocupación de
Irak se convirtió en uno de los líderes de la resistencia. Se le denominó “El
León de Bagdad” y “El decapitador”, porque se le atribuyen las decapitaciones
de varios rehenes capturdos durante la guerra.
En 1989, Zarqawi viajó a Afganistán para unirse a
la insurgencia en la (Guerra de Afganistán) donde, junto con bin Laden, dirigía
a los combatientes extranjeros en su particular yihad contra los
soviéticos. Pero la guerra ya había terminado, así que en vez de combatiente,
fue como un reportero, y escribió sobre las batallas que se había perdido.
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